Menú
Menú
El injerto óseo es un procedimiento quirúrgico cuyo objetivo es reparar y reconstruir huesos mediante el trasplante de tejido óseo. En odontología, el injerto óseo se emplea a menudo para aumentar la densidad y el volumen del hueso maxilar, sobre todo en preparación para implantes dentales o para rectificar la pérdida ósea resultante de enfermedades periodontales, pérdida de dientes o traumatismos. Este procedimiento proporciona una base sólida para la colocación de implantes, garantizando el éxito a largo plazo de las restauraciones dentales. Los injertos óseos pueden proceder del propio cuerpo del paciente, de un donante o estar hechos de materiales sintéticos; cada opción ofrece sus ventajas en función de las necesidades específicas del paciente.
Evaluación exhaustiva del hueso maxilar del paciente para determinar la necesidad de un injerto óseo.
Administración de anestesia local para garantizar la comodidad durante el procedimiento.
Se realiza una pequeña incisión en la encía para exponer la zona ósea que requiere aumento.
Colocación del material de injerto óseo en la zona que necesita aumento.
Se sutura la incisión para permitir la cicatrización.
El material del injerto se integra con el hueso existente a lo largo de varios meses.
El injerto óseo ofrece múltiples beneficios y soluciones a los problemas dentales, tales como:
Los riesgos asociados al procedimiento pueden ser:
Nuestro equipo está formado por cirujanos dentales expertos en la realización de injertos óseos.
Utilizamos los últimos métodos quirúrgicos y materiales para obtener resultados óptimos.
Cada plan de tratamiento se adapta a las necesidades específicas del paciente, garantizando una atención personalizada.
Nuestra clínica está equipada con tecnología moderna para mejorar la precisión y la seguridad del procedimiento.
Desde la consulta inicial hasta los cuidados postoperatorios, ofrecemos apoyo y orientación continuos.
El injerto óseo es un procedimiento quirúrgico que reemplaza el hueso faltante para restaurar el volumen óseo y la densidad. Es necesario cuando el hueso natural es inadecuado para la colocación de implantes o la regeneración ósea.
Los materiales de injerto óseo incluyen el hueso del paciente (autoinjerto), el hueso de un donante (aloinjerto) o materiales sintéticos similares al hueso. Cada uno tiene propiedades e indicaciones de uso diferentes.
Por término medio, la integración y cicatrización de un injerto óseo tarda de 3 a 4 meses en la mandíbula. El éxito del injerto depende de la cantidad de hueso necesaria y de la calidad del material injertado.
La cirugía se realiza bajo anestesia, por lo que el dolor es mínimo. Una ligera hinchazón, rigidez y malestar son comunes durante el período de recuperación mientras el injerto se cura. Los analgésicos ayudan a controlar estas molestias.
Sí, el aumento de volumen óseo y la densidad con el injerto puede reforzar la mandíbula, ayudar a estabilizar los dientes, y reducir el riesgo de reabsorción continua después de la extracción o lesión.
Un dentista o especialista determinará la necesidad de un injerto óseo basándose en un examen clínico y en radiografías. La reabsorción grave, las extracciones necesarias o la falta de hueso para los implantes pueden indicar un injerto.
Bağlar, Yavuz Sultan Selim Cd. No:12A, 34200 Bağcılar/İstanbul